sábado, 21 de marzo de 2015

De cómo casi no vemos el eclipse.


Cuando hace unos días me enteré de que desde Galicia podríamos disfrutar del eclipse de sol, por un momento pensé que sería buena idea llevarme a Emma a verlo, pero después del inicial pensamiento pasional, Qué gran idea! vino el pensamiento racional, Qué mierda de idea!.
 
La palabra eclipse suele venir seguida de otras como lesiones oculares irreparables y ceguera. Cómo conseguir que Emma no mire directamente al sol cuando una misma ha caminado en tensión  por las calles, mirando al suelo fijamente, cada vez que un fenómeno similar ha podido verse desde aquí? Sin darle muchas más vueltas, triunfó la razón y decidí que lo mejor sería quedarnos en casa y evitar salir durante el impresionante, pero malvado, fenómeno.

Cuando ya tenía asumido que me lo iba a perder, un mensaje de mi cuñada Cintia, invitándome a acompañarlos a  la Casa de las Ciencias, me impulsó de un salto a la ducha y en apenas media hora allí estábamos, tres ilusos, creyentes de que nos facilitarían unas gafas (esas gafas, de cartulina que, contra todo pronóstico, te permiten ver el eclipse en condiciones de total seguridad). Craso error, no había gafas, así que nos dedicamos a disfrutar del ambiente, no sin antes prometer no mirar al sol directamente.
 
Y así fue, no miramos, mejor dicho, no vimos, y este es un ejemplo de la importantísima, y a veces minusvalorada, diferencia entre los dos verbos.  Mirar sí que miramos, siempre sin querer, por supuesto, pero las abundantes nubes evitaron que viésemos el eclipse. Una vez más tenemos que agradecerle a nuestra inestable climatología que se preocupe de nuestra salud, interponiéndose entre nosotros y el astro rey. Se puede tener más suerte!

Como os decía, gracias a las nubes, no vimos el eclipse, porque seamos sinceros, cuando nos dicen que no puedes mirar a algo, una fuerza irracional nos dirige la vista (quizás la misma que dirige todos los golpes contra el dedo en el que te has cortado la semana pasada). Pensadlo, cuántas veces le habéis dicho a alguien Oye, no mires, pero por ahí viene fulanito, y os ha servido de algo? Dejemos de comenzar las frases con no mires, es mucho más efectivo reconocer la existencia de esa fuerza irracional desde un  principio y cambiar el no mires por, por ejemplo, Mira disimuladamente.
 
Pero qué pasa cuando no se puede mirar ni disimuladamente porque la consecuencia es catastrófica? Dejamos de mirar?

Mi caso favorito es el de Edith, la mujer de Lot, de la que me declaro fan incondicional, que desobedeciendo la orden de Yahvé de girarse para ver la destrucción de Sodoma se convirtió en estatua de sal. Si ayer nos hubiésemos convertido en estatuas de sal todos los que, desobedeciendo la voz de los expertos, miramos, directamente, de soslayo (así como quién no quiere la cosa), o por simple error, hoy habría que sortearnos por las calles.

La pobre Edith no era muy previsora, eso o le faltaba un poco de picaresca, porque con un espejo hubiese evitado el trágico y estático final, dado que la orden de Yahvé fue clara (además de absolutamente caprichosa y carente de fundamento), no darse la vuelta.

Ayer mientras estábamos noviendoeleclipse, y muy probablemente cargándonos el sensor de la cámara del móvil de Cintia (o no, eso está por ver), detectamos que apenas nadie llevaba las supergafasprotectorasdecartulinadelamala. La gente aparentemente asumía el mandato de no mirar, pero miraba. Venga radiografías, venga cristales ahumados, venga gafas de sol, y casi nada de visión indirecta. Cuántas veces nos tienen que decir que eso no vale para nada? Los eclipses no son muy frecuentes pero tengo la sensación de haber oído estas indicaciones todos los meses de mi vida. Las radiografías no valen!!! A los pobres expertos no les hacemos ni el más mínimo de los casos.

Pero lo que ayer se llevaba la palma era el móvil. El selfie con el eclipse de fondo era lo más perseguido. Pena que Edith no hubiese tenido un Smartphone, porque se hubiese hecho un selfie con Sodoma ardiendo al fondo (ardiendo nos los imaginamos, dado que no hay fuentes que puedan confirmar de manera fehaciente de qué modo aconteció la destrucción exactamente, por haberse convertido todos en estatua de sal). Trending topic!
 
En las noticias de hoy no he visto nada, pero como decía Luis, al menos cuatrocientas cegueras debería de ilustrar las páginas de nuestro periódico local. Será que el problema es ese...mucho no mires, no mires, pero luego miras y no pasa nada o al menos no te lo cuentan. Aunque lo cierto es que, aunque nos lo cuenten...no solemos hacer mucho caso.
 
Al final, vimos el eclipse. Fuera vergüenza y a pedir prestadas unas gafas, que un chico muy amablemente nos prestó para que pudiésemos disfrutar del eclipse unos segundos cada uno de los tres. Suficientes para ver el maravilloso fenómeno, que suscitó los aplausos de un animado público que, en su mayoría, no estaba muy preparado, pero que espero que esta mañana se haya levantado con su vista al 100%.
 
A ver si el lunes descargo unas fotos del ambientillo y os las enseño por aquí! El eclipse mola un montón, pero a mí me sigue gustando más fotografiar gente, sobre todo porque no me estropean el sensor de la cámara!
 
Disfruten del finde!

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